“Me apasiona observar florecer las flores, expandirse y exhalar sus últimos alientos. Puedo decir que al igual que algunas personas son observadores de aves, yo soy un observador de flores. 

 

Luego para este perfume foral sinfónico, orquesté mi parte más floral pensando en la vida natural, el ciclo de una flor: desde el brote cerrado hasta su eclosión, su magnífica turgencia, sus nocturnas exhalaciones, su languidez desvaneciéndose... y luego los pétalos aterrizan suavemente en el suelo, exhaustos pero aún con olor.

 

Un extracto de nardo muy específico, combinado con una nueva calidad de jazmín del sur de China proporcionó el corazón para este aroma, y las palpitaciones las aportan las finas esencias de cítricos y acentos frondosos naturales".